Con anterioridad hemos hablado del ciclo circadiano y de qué manera influye en la vida de las personas. En pocas palabras se define como los cambios físicos, mentales y conductuales que en un ciclo de 24 horas responden a la luz y oscuridad del ambiente en que se desenvuelve un organismo, ejemplo de ello es el dormir por la noche y estar despierto durante el día.
En la actualidad, con los cambios en el estilo de vida y sus horarios, el propio organismo se ha visto alterado en su producción de melatonina (hormona del sueño) y cortisol (mantiene el estado de alerta durante el día), vitales para la producción celular y su respectivo reemplazo. Lo que ha generado un alto indice de trastornos de sueño o enfermedades crónicas.
En este sentido, diversas empresas han desarrollado aplicaciones denominadas “iluminación circadiana” que tiene como prioridad mantener dichos ciclos estables. En términos prácticos, se basa en el control de la temperatura de color a lo largo del día, que permite pasar de una “luz biológica” estimulante con un contenido máximo de azul a una “oscuridad biológica” tranquila, más cálida y con poco o nulo contenido azul para determinados momentos del día.
Si bien los estudios en torno a la influencia de la iluminación artificial en los ciclos biológicos siguen en proceso, diversos testimonios han dado cuenta de sus beneficios, particularmente en espacios como oficinas, hospitales, casas de retiro o escuelas.
Leer más AQUÍ