En términos generales el flicker es un cambio visible y repetitivo en la intensidad de la luz causado en su mayoría por las fluctuaciones de voltaje en las redes eléctricas. La magnitud, forma y frecuencia dependerá de factores como la calidad del suministro de energía, el tipo de balastro o driver que se esté utilizando, la técnica de regulación de luz aplicada, incluso la aparición de conexiones sueltas.
Debido a que los equipos de iluminación LED son dispositivos semiconductores, responden mucho más rápido a las variaciones en la señal de entrada por lo que son más sensibles a las fluctuaciones en la corriente, generando así este parpadeo.
Se han desarrollado estándares internacionales como el UIE/IEC flickermeter de la Comisión Electrotécnica Internacional que caracteriza las fluctuaciones de voltaje en función de los efectos potenciales sobre la iluminación y la percepción humana. Para ello utiliza los índices short-term flicker severity (PST) y long-term severity (PLT) que evalúan la calidad del suministro eléctrico al comparar el nivel de parpadeo con los límites estándar publicados, así como los niveles de emisión de los equipos antes de su introducción en el mercado. Esta prueba fue originalmente diseñada para evaluar lámparas incandescentes de 60W, sin embargo, hace unos años se adoptaron diversas modificaciones para que el estándar IEC sea aplicable a los sistemas eléctricos de 120 V en los EE. UU.
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