Si la población mundial llegase a alcanzar los 9.600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente a casi tres planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales precisos para mantener el estilo de vida actual.
Estas cifras, que hablan por sí solas, muestran cómo la demanda de recursos naturales aumenta a pasos agigantados, siendo necesario avanzar hacia un nuevo modelo de producción y consumo responsables.
El ODS 12 está orientado hacia la producción y consumos responsables, fomentando el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos. Todo ello se traducirá en una reducción sustancial en costes económicos, ambientales y sociales y en una mejor calidad de vida para todos.
Para alcanzar estos objetivos, es imprescindible la transición hacia un nuevo modelo basado en la Economía Circular, una mayor cooperación sectorial e institucional, educación en sostenibilidad, mejorar la gestión de residuos y reciclaje, así como nuevas cadenas de valor competitivas basadas en el uso de recursos renovables.
En este escenario, más de 300 normas UNE ayudan a cumplir con el ODS 12. Además, la Asociación Española de Normalización, UNE, ha puesto en marcha actuaciones específicas sobre Economía Circular como el CTN 323 o su Comisión Consultiva.
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