La humanidad se queda sin noche. En un planeta en el que más del 80% de la población vive bajo cielos contaminados lumínicamente y en el que un tercio de los 8000 millones de terrícolas no pueden contemplar la Vía Láctea, la superficie terrestre iluminada artificialmente sigue creciendo sin parar: entre 2012 y 2016 lo hizo a un ritmo del 2.2% cada año. Y por si fuera poco, el brillo de ese iluminado nocturno también aumentó alrededor de un 2% anual.
Esos resultados, nada halagüeños, proceden de un estudio liderado por el Centro de investigación alemán de geociencias GFZ en Postdam (Alemania) -y en el que hay participación española- que publica la revista Science Advances...