España es uno de los países de Europa con más contaminación lumínica, con valores medios de consumo por habitante y año de 116 kilovatios-hora (kwh), frente a los 43 que se consumen en Alemania o los 91 de Francia, algunos de los países "más desarrollados" en la materia. Así lo explica Fernando Jáuregui, astrofísico del Planetario de Pamplona y miembro de la Red Española de Estudios sobre la Contaminación Lumínica.
La ciudad "por excelencia" líder en contaminación lumínica ha sido Valencia, pues, durante muchos años, "sus autoridades incluso sacaban pecho de que se veía desde todos lados; y efectivamente, poco después de salir de Madrid, ya ve el halo de luz de esta ciudad", ha indicado Jáuregui, que ha determinado que "una porción de la contaminación lumínica que existe es irremediable, pues el alumbrado público es necesario", pero ha insistido en que "hay que evitar el uso absurdo e innecesario de la luz".
"En el siglo XIX, cuando el carbón empezó a utilizarse para la producción industrial, la gente veía las columnas de humo negro que salían de las chimeneas como una imagen positiva, de futuro y progreso; ahora, sabemos que estas chimeneas contaminan enormemente, y son síntoma de subdesarrollo" ha explicado Jáuregui como ejemplo de este "nuevo tipo de contaminación". En este sentido la nuevas lámpara LED de colores cálidos y anaranjados se apuntan como la mejor opción en la actualidad para reducir la contaminación lumínica en España.
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