En la mayoría de hospitales, los niveles de luz y ruido son generalmente constantes durante todo el día. Incluso de noche, cuando el cuerpo necesita oscuridad y descanso, muchas instalaciones del hospital están iluminadas. Está claro que esta situación puede tener consecuencias negativas para el personal que trabaja a turnos, y tiene que trabajar de noche.
Para tener una visión más cercana de esto, el Hospital Universitario de Aarhus y el Hospital Universitario de Copenhague han trabajado junto con al empresa de iluminación Chromaviso en el desarrollo de una iluminación circadiana adaptada al complejo entorno hospitalario. Entre otras cosas, esto incluye el desafío de reconciliar las necesidades de iluminación para realizar el trabajo y el tener la suficiente oscuridad como para que los ritmos circadianos no se vean afectados de forma significativa.
El efecto de la iluminación circadiana en el personal se ha evaluado en un estudio piloto con 26 enfermeras donde las que estaban en el departamento de cuidados intensivos y rehabilitación estaban sometidas a la iluminación circadiana, mientras que las destinadas al departamento de control tenían una iluminación convencional.
Un criterio prioritario para ser incluidas en el estudio fue que las enfermeras tenían al menos un turno de noche semanal. El personal mantuvo un diario y rellenó cuestionarios sobre su patrón de sueño, el trabajo y el bienestar. El cuestionario se centró especialmente en el personal que trabaja a turnos cambiantes y reflejaba la complejo del entorno.
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