En espacios oscuros, la escasez de luz entorpece la realización de tareas. Lo mismo pasa si se piensa en el otro extremo; un exceso de luminancia, que indica la energía luminosa que puede percibirse por el ojo humano, puede provocar deslumbramiento, fenómeno visual que produce molestia o disminuye la capacidad para distinguir objetos.
El deslumbramiento puede definirse como “molesto” según su magnitud. Sin embargo, a la hora de calificarlo deben tomarse en cuenta factores como cantidad de luz, posición y tamaño de la fuente y su luminancia.
Lo anterior puede considerarse si se desea crear un diseño de iluminación que garantice la correcta y confortable realización de ciertas actividades en interiores y exteriores. Pero, ¿cómo saber si el diseño creado es adecuado en sus niveles de deslumbramiento?, ¿existe algún método para calcular si hay un exceso de luminancia?
Desde hace algunos años, la Comisión Internacional de la Iluminación (CIE), ha tratado de establecer un rango en el que los límites de deslumbramiento sean aceptados por la comunidad internacional. Fue así como surgió el Índice de deslumbramiento Unificado (UGR), que es una forma de calcular cuánto pueden deslumbrar algunos luminarios o diseños.
Al ejecutar un proyecto, es necesario un análisis del lugar a iluminar. Así podrán determinarse los niveles de luz adecuados para cumplir con los requisitos de visibilidad necesarios por actividad, además de los luminarios a emplear y los aspectos estéticos. Algunos programas como AGi32, calculan los niveles de UGR según los parámetros de los documentos de la CIE.
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