La empresa americana AeroFarms ha patentado un sistema de granjas verticales, que cuenta con tecnología LED para que las plantas realicen la fotosíntesis. Esta empresa busca un replanteamiento de la agricultura y consigue producir alimentos sabrosos, seguros, saludables y de forma sostenible, respetando el medio ambiente y se hace posible también en los lugares donde escasea el agua.
David Rosenberg, cofundador y máximo responsable de AeroFarms, asegura que su proyecto responde a desafíos como la falta de agua y de tierras de cultivo, la seguridad alimentaria, e incluso el hambre, que aún padecen al menos 815 millones de personas, según la FAO (Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas).
La empresa, que lleva ya 14 años en el mercado, ha patentado un sistema de granjas verticales que permiten que los alimentos crezcan con un 95% menos de agua de la que se emplearía para un cultivo tradicional, y con un 40% menos que en el caso de un sistema hidropónico. Todo esto lo consigue con el uso de aeroponía para esparcir sobre las raíces en un circuito cerrado agua, nutrientes y oxígeno, desafiando las temporadas de cultivo, que van ligadas a la climatología.
Además de ahorrar agua, estas granjas, están dotadas de un sistema de iluminación LED que permite que cada especie reciba la luz que necesita para la fotosíntesis con la mayor eficiencia energética posible. De este modo, se pueden predecir los resultados, acelerar las cosechas y obtener productos de calidad superior y con un menor coste para el medioambiente.
Además de monitorear decenas de miles de puntos de información en cada cosecha, estas granjas vigilan permanentemente los nutrientes de las plantas. Con todo este despliegue, según asegura AeroFarms en un comunicado, “los tiempos de producción se acortan a la mitad y, lo más significativo, la productividad por pie cuadrado se elevaría hasta en 390 veces respecto a las granjas de tierra”.
Este sistema, fácilmente escalable, se prueba ya en nueve granjas construidas hasta ahora por AeroFarms, empresa que prevé seguir extendiendo sus áreas de cultivo gracias a una nueva ronda de financiación de 40 millones de dólares, en las que ha participado entre otros, Ikea y la compañía de inversión Meraas, radicada en Dubai.